La noche se hace pesada
Descansa en mis doloridos hombros
Despertando la angustia de mi alma
Alguna vez dormida por vos
Las horas no pasan más
Se estanca el eterno tiempo
Pudriendo mi moribundo cuerpo
Sentenciándome a vagar
Muriendo en cada instante que no pasa
Inmortalizando las penas del amor
Emanando espesa sangre negra
Oscureciendo las lágrimas de dolor
Se inundan ya mis pulmones
Se suelta la muerte en mi voz
Ya el corazón no me late
Termino la tortura que dios me dió
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